Regional 4 – La Corredoria 1
Partido fundamental para las aspiraciones del Guru tras dos derrotas fuera de casa que se saldó con un marcador abultado a favor de los locales y fases de un juego esplendoroso que refuerza la moral del equipo ovetense.
Jornada nocturna de fútbol en el Luis Oliver, donde los espectadores tuvieron la ocasión de presenciar un encuentro de gran nivel que coloca de nuevo al Grujoan en los puestos de honor de la clasificación. Tras dos resultados desfavorables fuera de casa, los locales sentían la presión de recuperar la senda de la victoria ante un rival directo, lo que no amilanó a los jóvenes futbolistas del Guru. Comenzaron con seriedad los verdiblancos, tratando de imponer su juego y crear superioridades en el centro del campo que el cuadro visitante impedía que se tradujeran en ocasiones de gol. Tras unos primeros minutos de empuje local, el choque fue entrando en una fase de ritmo más sostenido donde ambos equipos se mostraban cautelosos sin permitir al rival que aprovechase espacios en su zaga. Fue entonces cuando apareció el factor Pantiga; en una jugada que parecía irse al limbo, el delantero local peleó un balón largo, se lo rebañó al portero de La Corredoria y, cuando parecía que se quedaba sin ángulo y sin apoyos, realizó un maradoniano recorte que rompió totalmente a los rivales, definiendo por el palo corto con su zurda. Primer tanto del indomable delantero local en el encuentro, que a la postre no sería ni mucho menos el último, y ventaja momentánea del Guru que parecía poner las tornas del partido a su favor.
Durante los siguientes minutos el Grujoan impuso en mayor medida su ritmo, pese a los intentos de los visitantes de acechar el marco de Edu, que fueron abortados por la segura y contundente defensa local, con el supersónico Álvaro a la cabeza, que desquició completamente a su par y que poco a poco también empezó a desmelenarse en sus típicas internadas por banda izquierda. No obstante, cuando casi se palpaba el segundo tanto local, un disparo muy lejano con pierna izquierda de uno de los jugadores azulones se envenenó describiendo una parábola impredecible que ni siquiera el majestuoso Edu pudo rechazar. Llegaba así el tanto del empate que enfriaba los ánimos locales y colocaba de nuevo las tablas en el marcador con todo aún por decidir.
Sin embargo, el empate no descompuso al equipo verdiblanco, que no dejó de creer en su plan de juego y fue atrincherando poco a poco a La Corredoria en su propia área. Fue en este momento cuando comenzó el show de Christo, y el joven jugador se gustó una y otra vez recibiendo balones entre líneas, desbordando y jugando con criterio. De sus botas nació un pase milimétrico entre los centrales que dejó a Pantiga solo dentro del área, que no se lo pensó y fusiló a media altura sin contemplaciones, poniendo de nuevo al Guru por delante en el marcador. Quedaban aún unos minutos para el intermedio, el Grujoan olió la sangre y se tiró sin piedad a sentenciar la contienda. Una triangulación de manual, de nuevo en superioridad en zona de tres cuartos del campo visitante, finalizó con una sutil asistencia de Ángel, el mago de Pando, que dejó al violinista I. Ania un pasillo por la frontal que resolvió con una preciosa vaselina con su zurda que impactó con suspense en el larguero; apareció de nuevo el joven Christopher, el más listo de la clase, para recoger el rechace que el 7 del Guru no perdonó, y con un cabezazo picado subió el 3-1 al marcador. No quedaba tiempo para mucho más, para alivio de los visitantes, que superados por todos los frentes y partidos totalmente en su línea de medios, no encontraban la manera de frenar las acometidas de los jóvenes valores del equipo local, y con ese marcador provisional el trencilla señaló el intermedio y ambos equipos se marcharon a los vestuarios a la espera del segundo asalto.
La segunda mitad discurrió por unos derroteros más previsibles. La Corredoria echó toda la carne en el asador para tratar de meterse en el partido, mientras el Guru esperaba con paciencia que transcurrieran los minutos y trataba de enlazar algún contragolpe que abriera mayor brecha en el luminoso. El imperial Domínguez, inmenso una vez más, impuso su ley en la defensa local, mientras a su lado un colosal Alex se mostraba seguro en el corte y fiable en la entrega. En banda derecha, el incisivo Sergio no concedió ninguna opción a su rival, e incluso protagonizó dos cabalgadas imponentes por su costado que finalizó con centros medidos al área que de milagro no terminaron en gol. El centro del campo replegaba a la perfección, donde un disciplinado Manu no dejaba ninguna vía de agua que pudieran aprovechar los visitantes, mientras el esforzado I. Ania acumulaba kilómetros en sus piernas, un sacrificado Ángel marcaba la línea de 4 corriendo incansable de un lado a otro en un alarde de espíritu de equipo, y un concentrado Lucas guardaba su posición sin conceder licencias a su marca. Fue entonces, cuando el choque se encontraba en una fase de equilibrio y control por parte local, cuando el optimista Alex metió un balón largo buscando de nuevo el factor Pantiga, que el meta visitante no pudo blocar y que el delantero verdiblanco supo definir con tranquilidad y clase para sentenciar el encuentro, poniendo el broche de oro a su actuación con un memorable hat-trick.
Con muchos minutos aún por disputarse, el desequilibrante Lucas comenzó a hacer de las suyas y llevó a cabo varias internadas y combinaciones que crearon las delicias del respetable. El exquisito Pedro no quiso ser menos y se sumó a la fiesta, secundado por el gladiador Javi, un seguro Braña y un demoledor Ruiz, rozando este último el gol en la salida de un córner que remató elevándose con autoridad en una jugada que fue invalidada por el árbitro asistente por un supuesto fuera de juego. Aún quedó tiempo para una intervención providencial de un ágil Edu que abortó el intento visitante de acortar distancias.
Victoria contundente de los locales que espanta posibles fantasmas y refuerza sus aspiraciones, ante un rival muy digno y que llevaba una buena trayectoria en la competición, manteniendo el fortín del Luis Oliver inmaculado. No se debe menospreciar el trabajo de los locales por lo abultado del resultado, ya que el rival no lo puso fácil en ningún momento y sólo la unión y confianza en sus propias posibilidades de los jugadores del Grujoan pudo hacer posible sacar adelante un partido que se antojaba decisivo. El próximo domingo le espera al equipo ovetense un campo extremadamente complicado, donde algún equipo de la zona alta ya se dejó puntos semanas atrás y donde otros sudaron sangre para sacar adelante la victoria. Se prevé un choque muy duro donde hará falta mayor compromiso si cabe, por parte de todos, para seguir optando a objetivos ambiciosos, y donde el trabajo durante los entrenamientos de la semana será fundamental.