Rayo Villalegre 0 – Regional 4
Salida complicada a domicilio que finalmente se saldó con una victoria cómoda para los visitantes que mantienen sus opciones en la clasificación.
Visita complicada al campo de La Luz, en superficie arenosa que siempre supone una dificultad extra para los jóvenes jugadores del Grujoan. No obstante, no podrían comenzar mejor las cosas para los verdiblancos, ya que en una de las primeras combinaciones del encuentro, el espigado Moha peinaba con autoridad un balón aéreo que dejaba el cuero franco para que el factor Pantiga inaugurase la contienda con una vaselina poco ortodoxa que se colaría sin remisión en el marco local. Se ponían de cara las circunstancias para el cuadro ovetense, que trató entonces de imponer su ritmo de juego sin que no obstante los locales estuvieran por la labor de permitirlo. No era el día para desplegar el mejor de los espectáculos y sí para pelear cada balón dividido y las segundas jugadas, yendo al choque con energía y confianza para evitar que el rival impusiera su estilo. No parecía el mejor escenario para los talentosos futbolistas del Guru, pero no cabe duda de que este equipo ya no es el timorato conjunto de hace unas fechas y supo mantener la cabeza fría y el corazón caliente en cada lance del juego. El valeroso Sergio jugó un papel fundamental en el desarrollo del partido al mostrarse valiente en la disputa y no amilanarse, recibiendo una entrada asesina sin balón en juego que el árbitro de la contienda no consideró digna de expulsión. Se endureció por momentos el choque tomando tintes poco agradables para el deporte, hasta que finalmente el propio Sergio, sin achicarse lo más mínimo, en un córner en contra sufrió una agresión por parte del mismo jugador que ya le había golpeado anteriormente, lo que significó una merecida expulsión y dejaba al conjunto local con un hombre menos sobre el campo. A partir de entonces el juego tomó unos cauces más normales, y si bien continuó siendo un partido duro, en general desaparecieron las entradas antideportivas y se pudo ver algo de fútbol sobre el terreno, hasta que finalmente se llegó al intermedio con el resultado de 0-1 a favor de los visitantes, tras una última ocasión anulada por fuera de juego donde un generoso Christopher asistió a un profundo Álvaro, desafortunadamente en vano.
La segunda parte resultó más cómoda para los jóvenes jugadores del Grujoan. Ya con superioridad numérica, impusieron su juego con autoridad, manejaron la posesión del esférico, y los locales apenas lograron inquietar la meta de Edu. A pesar de ello, y de que el marcador no parecía correr peligro, el Grujoan no conseguía anotar un segundo gol que sentenciara el encuentro. En estos minutos de incertidumbre, con un Guru serio y sólido, tuvieron especial relevancia las aportaciones del belicoso Moha, que se peleó con bravura contra todo aquel que se interpuso en sus acciones, y del centurión Javi, que con sus brincos imposibles se bastaba y sobraba para despejar cualquier balón aéreo que sobrevolara la zona ancha. Tras la necesaria cocción del partido por parte de los verdiblancos, tuvo que ser el recién incorporado A. Ruiz, que se quedó solo en un mano a mano con el carcerbero rival tras un pase medido en largo de un motivado Alex, el que definiera con clase y templanza y pusiera orden en el luminoso y tranquilidad en el banquillo visitante. A partir de entonces el dominio ovetense fue aplastante, a pesar de que el Rayo Villalegre dispondría de dos ocasiones en internadas aisladas que un intratable Edu no permitiría que terminasen en gol con sendas estiradas de gran mérito. A continuación fue de nuevo el clarividente Alex el que destapó el tarro de las esencias y asistió al hambriento Pantiga, que no desaprovechó la ocasión, fusilando, esta vez por el palo corto y con potencia, al portero rival que tan sólo pudo verla pasar. Y aún quedaría tiempo para que el hercúleo A. Ruiz firmara su doblete particular con un zurdazo raso ajustado al palo que redondearía un excelente resultado al que los visitantes se hicieron acreedores.
La anécdota de la jornada fue protagonizada por el reinsertado Ico, que debutó en competición oficial con el club de sus amores y que recibió el merecido premio a su actitud durante toda la temporada trabajando en la sombra, que no acusó la inactividad y barrió su zona de influencia con garra y autoridad. Su salida al campo fue vitoreada por el respetable e inmortalizada para la posteridad en documentos gráficos que el voluntarioso jugador no olvidará.
Resultado contundente e imagen de fortaleza por parte del Grujoan, que no baja los brazos y se aferra a sus opciones en la tabla, pese a que el resto de resultados no hayan sido favorables para sus intereses. Campo difícil y partido complicado cuya dureza por momentos podría haber supuesto un muro insalvable para los visitantes, pero que supieron sacar adelante con ganas, valentía y oficio. Toca ahora pensar en el próximo partido en el coliseo Luis Oliver, frente a otro rival avilesino, donde se deben sumar los tres puntos y seguir confiando.