Regional 1 – Estadio 2
Dura derrota de los locales que corta su tremenda racha de victorias y que supone un importante contratiempo aún con muchísima competición por delante.
Jornada dominical de cielo gris en el Luis Oliver, que terminó con un color más gris aun para los intereses de los verdiblancos y con un regusto muy amargo en la boca del que resulta imperativo levantarse y aprender de los errores. Tras una semana extraña en lo que a entrenamientos se refiere, con una dura climatología que no acompañaba en la realización del trabajo y diversas ausencias por diferentes circunstancias, el Grujoan no estuvo a la altura de lo que nos tiene acostumbrados desde hace unos meses, y pese a no demostrar ser inferior al rival en ningún momento, aquí si no estás a tu mejor nivel cualquier puede pintarte la cara, como así ocurrió finalmente.
Comenzaría el encuentro con la fase de tanteo habitual en partidos en los que ambos conjuntos se tienen respeto y tratan de imponer su estilo sobre el tapete. El Estadio, si bien se encontraba un poco descolgado en la clasificación, siempre es un rival a tener en cuenta y que concede poco a los rivales, ya que este año hay una buena cantidad de equipos de buen nivel y los resultados que se obtengan en los duelos directos son los que al final colocan a uno en una posición privilegiada o no, partidos que en muchas ocasiones se deciden por pequeños detalles. Sorprendiendo el conjunto de El Cristo con una línea de 5 defensores, al Grujoan le costaba encontrar la fluidez en el juego que siempre le caracteriza, mientras que los hombres que deben llevar la manija del juego se veían más espesos y faltos de ideas de lo habitual. Tampoco es que los visitantes desplegaran ningún tipo de ofensiva organizada y constante, aunque sí dispondrían de varias acciones a balón parado en saques de esquina y faltas laterales en las que la incertidumbre siempre sobrevuela, que acabarían sin concretarse en situaciones claras de peligro.
Comenzaría poco a poco el Grujoan a controlar un poco más la situación, aunque le costaba horrores desentrañar la tela de araña tejida por el Estadio, disponiendo de una buena oportunidad en las botas del implicado A. Ruiz, que tras un envío sutil del intermitente Mayo golpearía con su pierna izquierda en una posición algo forzada, obligando al cancerbero visitante a rechazar con apuros para salvar la situación. Comenzaría a aparecer el indómito Miguelín, que a pesar de sufrir una clara persecución en forma de duras entradas por parte de los rivales y que no siempre serían castigadas disciplinariamente, en todo momento se ofrecería y buscaría encarar a su par, creando una seria inquietud en el cuadro visitante y rompiendo líneas con su desborde, siendo sin duda uno de los hombres destacados de la contienda. Parecía un aviso de los derroteros por los que transcurriría el resto del partido, madurando los locales el choque de manera similar a como hicieron hace dos jornadas, pero cuando más parecía controlar el Guru el encuentro, llegaría un duro golpe al aprovechar los visitantes un error infantil en la salida del balón sucedido de un cúmulo de despropósitos que dejarían a un rival en la frontal en franca posición, que finalizaría con un disparo lleno de intención que se colaría pegado a la cepa del palo izquierdo de la portería de un vendido Robledo. Se adelantarían los visitantes en el luminoso poniendo las cosas muy complicadas a los locales, que por segunda jornada consecutiva se veían obligados a remontar un resultado adverso, y que hacía que el Estadio se encontrara como pez en el agua en las circunstancias que más le favorecen.
El resto de la primera mitad fue un quiero y no puedo por parte de los verdiblancos, que a pesar de tratar de llevar la manija del encuentro no encontraban la alegría de otras veces, pese a lo cual dispondrían de otra opción de nuevo finalizada por el combativo A. Ruiz, que en una posición con poco ángulo trató de cruzar con su zurda al palo largo, no pudiendo superar al meta visitante, que atajó en dos tiempos. Se llegaría sin mayores incidencias al tiempo intermedio, donde el Grujoan necesitaba recomponer sus ideas y tratar de encontrar una solución al problema que tenía entre manos.
La segunda mitad no alteraría el guión con el que finalizaría la primera, y el Estadio continuaría con su buena labor en la faceta defensiva tratando de ahogar la circulación local, mientras el Guru continuaría estrellándose una y otra vez contra el muro que suponía la zaga visitante. A pesar de todo, y con aún muchos minutos por disputarse, parecía una quimera que los verdiblancos no terminasen encontrando el ansiado tanto que igualara las fuerzas, ya que no parecía probable que el Estadio pudiera aguantar los 90 minutos sin encajar un gol cediendo tanto terreno. Sin embargo, llegaría el segundo tanto de los de El Cristo que sí que pondría las cosas muy negras al cuadro local, al remachar con contundencia un envío lateral después de un soberbio control orientado que silenció completamente los graderíos del Luis Oliver. La empresa se volvió más complicada si cabe para los intereses del Grujoan, al que ya sólo le restaba apelar al orgullo y al amor propio para tratar de levantar una situación muy comprometida. Y vaya si lo hicieron, ya que a partir de entonces sí que por fin los locales sacaron todo lo que llevan dentro, tirando de casta y corazón para tratar de dar la vuelta a la refriega. Las sustituciones otorgaron algo de claridad de ideas al fútbol de los locales, que iniciaron un verdadero asedio en el que sin lugar a dudas el hombre más destacado fue el cancerbero visitante, que tuvo varias acciones de mérito y a la postre decisivas. Tendría la suya el comprometido Ángel, que con un disparo muy peligroso con pierna derecha obligaría a lucirse al arquero rival, y posteriormente sería el desdibujado Íñigo el que pincharía un balón aéreo con calidad y estrellaría calamitosamente el esférico en el larguero en una jugada polémica que posiblemente traspasaría la línea de meta en su bote posterior. Los minutos se le escapaban entre los dedos al Grujoan y parecía que el partido ya languidecía, cuando el imperial Domínguez, todo corazón, remataría con un testarazo inapelable a la salida de un córner llevando la esperanza al coliseo verde, pero restarían ya muy pocos minutos por disputarse. Dispondría aún el eléctrico Miguelín de una buena internada por banda izquierda que no pudo resolver, pero no habría tiempo ya para más, ya que los visitantes jugarían bien sus cartas y pondrían cloroformo al reloj con acciones que también forman parte del juego.
Derrota muy dolorosa para el Regional del Grujoan, en un partido en el que no se puede decir que haya sido inferior al rival ni que la derrota sea justa, pero en el que los locales no estuvieron al nivel exigible y al que nos tienen acostumbrados, donde ve truncada su increíble racha de buenos resultados y al mismo tiempo ve como se cae de los puestos de play-off después de una jornada para olvidar y de la que es necesario levantarse rápidamente. Evidentemente hay errores que corregir que pasan por el trabajo durante la semana, que últimamente no ha sido el más idóneo por diversas circunstancias, ya que obviamente los domingos son producto del trabajo de los entrenamientos y nada ocurre por casualidad. Nadie dijo que esto iba a ser fácil, y quien lo pensara está muy equivocado. Las adversidades iban a llegar tarde o temprano, pero es en estos momentos donde un equipo realmente demuestra si es digno de tal nombre, remando todos en la misma dirección, con la humildad de reconocer los errores y la inteligencia de reforzar las cosas positivas. La reacción fruto del orgullo en la recta final del partido es un elemento muy destacable a tener en cuenta y sobre la que se deben construir los siguientes pasos. La próxima jornada, como continuación de la infernal fase del calendario, el Guru visita al Marino de Cudillero en otro enfrentamiento directo que se antoja clave para el devenir de la temporada, en el que ahora hay menos margen de error, y en el que se debe salir al 120% para demostrar dónde se quiere estar, pues lo que está claro es que en esta categoría si no trabajas tanto o más que el rival, éste te puede vencer.
“No te preguntes qué puede hacer el equipo por ti. Pregúntate qué puedes hacer tú por el equipo.” Magic Johnson.