Infantil «C» 4 – Real Oviedo Femenino 2
Vibrante encuentro el que se presenció la tarde de sábado en el Luís Oliver, con muchas tentativas y un conjunto carbayón que no cedería un solo palmo de terreno.
El guión sería el esperado, el Guru trataría de hacerse con el balón ante un conjunto que disputaría con bravura cada duelo individual, haciendo indicar que no iba a ser tarea fácil llevarse el gato al agua.
Los contundentes Pelayo Marcos y Adri pusieron el cerrojo a la meta local que apenas concedería ocasiones, haciendo que Rodri tan sólo tuviera que emplearse a fondo en una notable salida de balón.
Por la banda derecha los incisivos Riesgo y Michi harían estragos con sus imparables conducciones, mientras que el poderoso Nico, desde la izquierda, habilitaría en varias ocasiones a Pelayo Arribas, que lo intentó hasta el desmayo, encontrándose una y otra vez con la colosal portera visitante.
La fina asociación que formaban Fabián y Juan sería un criadero de ocasiones, que no lograba materializar el Guru.
Fue entonces cuando el valiente Leo provocaría una falta que él mismo botaría, pegando en el palo y cayendo el la línea de gol, para que una maraña de piernas hiciera el resto poniendo el 1-0.
Con 39 minutos muy serios, en la última jugada antes de ver el túnel de vestuarios, el Guru cometía un grave error en un córner a favor que facilitaría el 1-1 en una rápida transición de las oviedistas.
A pesar de ello, la segunda parte seguiría la misma tónica. La escoba Marcos barrería por completo la zona ancha, mientras que a base de insistencia, empezarían a aparecer las primeras ocasiones del Guru en esta segunda mitad. Momento en el que apareció Juan, el delantero de guante blanco, para poner, sin inmutarse, el balón en las mallas con suavidad en un mano a mano.
De nuevo, las visitantes no se darían por vencidas, y empatarían por segunda vez transformando un penalti.
Fue entonces cuando los cambios empezaron a surtir su efecto. Un motivado Jose transformaría en desequilibrio cada balón que tocaba, haciendo el 3 – 2. Un elegante Hugo pondría la calma con el balón necesaria en estos instantes, mientras que el infalible Rubi jugaría con éxito cada balón que pasara por sus botas, para que el eléctrico Iker cerrara con una nueva diana este emocionante partido en sus postrimerías.