Boal 3 – Regional 1
Derrota dura pero honorable del Grujoan en un campo extremadamente difícil que pone en jaque de manera muy seria sus opciones de ascenso.
Visita complicada la que tenía el Guru por delante en la soleada jornada dominical, y los presagios no pudieron ser más acertados. En uno de los campos más difíciles de la categoría por muchos motivos, el ambiente, las dimensiones y la superficie, sin olvidar la entidad del rival, el conjunto ovetense salió con valentía tratando de llevar las riendas del choque sin dejarse amilanar por el entorno. Y realmente lo logró, consiguiendo embotellar a los locales en su propio campo y disponiendo de algunos acercamientos con cierto peligro que bien pudieron desnivelar el marcador en los primeros compases y cambiar totalmente el guión del encuentro. Los jugadores visitantes mostraron su cara más agresiva y disputaban cada balón dividido con fiereza, destacando el contundente triángulo formado por el imperial Domínguez, el omnipresente Manu y el joven y despiadado Charly, que debutaba con el Regional procedente del Liga Nacional Juvenil cuajando una meritoria actuación. Al eficaz y concentrado Luis le tocó bailar con la más fea en esta ocasión, teniendo que marcar a uno de los jugadores más desequilibrantes de la categoría, y a buena fe que pasó la prueba con nota, ganando algunos duelos con autoridad. Sin embargo, cuando menos parecía inquietar la meta visitante, el Boal lanzó una contra por medio de un balón largo buscando la espalda de Luis, una suerte que intentaron una y otra vez a lo largo del choque, recibiendo el extremo local en posición bastante dudosa, que controló con rapidez y ejecutó una precisa vaselina que se colaría sin remisión en el arco ovetense, en una jugada muy rápida que dejó tocados a los verdiblancos. Sin tiempo para recuperarse del mazazo, llegaría el segundo tanto de los locales, tras despejar Carballo una falta lateral quedando el esférico en la frontal del área donde de nuevo el jugador local empalmó un latigazo imparable que se colaría cercano al ángulo superior derecho, un jarro de agua helada que ponía el encuentro más que complicado para los intereses del Grujoan.
No se vendría abajo, sin embargo, el equipo visitante, y lejos de arrojar la toalla, demostraron un orgullo intachable, y durante el resto de la primera mitad buscarían sin descanso reducir las diferencias. El talentoso Romario formaría su sociedad habitual de jugones en la zona ancha con el caudillo Mayo, y su juego entre líneas supondría un constante quebradero de cabeza para los locales, a pesar de que en esta ocasión los finalizadores del Grujoan se encontraban más marcados que nunca, costándoles más de lo habitual encontrar el pase filtrado al potente A. Ruiz y al danzarín Christopher, que en esta ocasión no pudo mostrar toda la calidad que atesora. El trabajo del eficiente Prieto junto con el del abnegado Manu evitarían que los intentos del Boal por aumentar la renta en alguna contra fructificasen, y así se llegaría al intermedio, con un panorama muy oscuro para los visitantes pero que aún no habían dicho su última palabra.
Tras el descanso y algunos ajustes tácticos, el Grujoan salió en tromba, sorprendiendo a los locales que no conseguirían sacudirse el dominio de los verdiblancos. Dispondría el eufórico Mayo de un golpe franco que ejecutaría con maestría y que se estrellaría en el poste tras una parada milagrosa del portero local, cuyo rechace estaría a un suspiro de aprovechar el hambriento A. Ruiz. No cejarían los verdiblancos, que pocos instantes después conseguirían reducir diferencias por medio del goleador A. Ruiz, que haría valer un excelente envío del recién incorporado y asistente Serrano, con aún un mundo por disputarse y todo por decidir. El Boal acusaría el golpe y la inesperada resurrección de los ovetenses, temiendo por un partido del que ya se veían vencedores y cortando la sangría con constantes pérdidas de tiempo y faltas en zona de tres cuartos que el colegiado toleró con total estulticia y pasividad, sumando un escollo más a los muchos que tendría que vencer el Grujoan. En la reacción de los visitantes tendría mucho que decir el violinista Ania, más obrero que nunca, además del espíritu y los impagables atributos del belicoso Diego, otro juvenil que colaboró en la causa con muy buena aportación y que constituyó un fastidio constante para la zaga local. Mención aparte merece el legionario Sergio, que incluso estando algo tocado físicamente se encargó de marcar de cerca al jugador decisivo del Boal con una eficacia abrumadora, secándolo completamente y obligándole a cambiarse de posición de manera constante para deshacerse de la presión, sin resultado alguno. Enorme aportación la suya que demuestra el inmenso crecimiento de este jugador durante toda la temporada en todos los aspectos.
Mientras tanto, en posiciones ofensivas serían como siempre Mayo y Romario, para los rivales Zipi y Zape, quienes se encargarían de echarse el equipo a hombros, y vaya si lo hicieron. Por dos ocasiones serían detenidas dos acciones en las que A. Ruiz se quedaba solo frente al arco rival en sendos fueras de juego que parecieron cuanto menos dudosos, mientras que en una tercera su disparo cruzado sería desviado en una intervención escalofriante del portero local. Sin embargo, no cejaría el Guru ante las adversidades que se iban sucediendo en su camino, a pesar de que los locales poco a poco irían imponiendo sus artes y conseguirían disminuir el frenético ritmo con el que había transcurrido toda la segunda mitad del choque. Así, dispondrían de una buena oportunidad en la salida de un córner que los reflejos de Carballo despejarían de una manera magistral. Pero una vez más la desdicha se cebaría con el Guru, cuando poco después caería lesionado el gran capitán Manu, cuya aportación siempre constituye un seguro de vida, otra piedra más en el camino, y aún así nuestros chicos no bajarían los brazos, disponiendo de varios acercamientos peligrosos más, de algunos saques de esquina, y sobre todo, de una clara ocasión en las postrimerías del choque en la que el clarividente Romario cedería un balón atrás a la frontal del área pequeña que el pulcro Ángel remataría sin conseguir perforar la meta rival tras impactar el disparo en dos defensores y terminar repelido por el cancerbero. Agonizaba ya el encuentro, el Grujoan ya casi sin gasolina en el depósito, cuando llegaría el tercero y definitivo tanto local, en una contra perfectamente conducida por el Boal que terminaría con un pase de la muerte en el que el rematador se encontraría en una posición adelantada que el invidente asistente no pudo o no quiso ver, introduciéndose finalmente el heroico Sergio el balón en su propia meta consumiendo su último gramo de energía, en un desenlace que supondría el colmo de la adversidad.
Finalizaría el encuentro sin más incidencias, en una derrota dura para el Grujoan y que les deja en una posición más que delicada para asaltar los puestos altos de la clasificación, pero de la que deben sacarse lecturas positivas. Los jugadores visitantes se levantaron de varios golpes muy duros y pusieron contra las cuerdas a un gran equipo, que no en vano ocupa posiciones de ascenso, en un ambiente hostil y en unas condiciones muy desfavorables en un día en el que casi todo lo que podía salir mal, salió mal. Aún así estos chicos tuvieron la hombría de levantarse, y sólo la mala fortuna les privó de regresar con un botín al que fueron más que justos acreedores. No resta sino quitarse el sombrero cuando alguien da todo lo que tiene aunque no se consigan los resultados deseados, y seguir trabajando para vencer el siguiente partido y esperar acontecimientos. No podemos sino sentirnos orgullosos de nuestros chavales, de todos y cada uno de ellos, que dejaron el pabellón del Grujoan muy alto una vez más. Nos caemos para aprender a levantarnos.
Mucho Guru!