Juvenil «A» 2 – Alcázar «B» 4
Debut en competición oficial de nuestro Juvenil “A” que se salda con una derrota en casa en un partido lleno de alternativas y con mucho aún por mejorar.
Después de una larga y agotadora pretemporada nuestros chicos del Juvenil “A” se presentaban en el Luis Oliver ante su afición en el inicio liguero con ganas de demostrar todo lo bueno que se había trabajado y de arrancar el curso con un puñetazo encima de la mesa que reforzara sus aspiraciones. Quizá el exceso de ganas, los nervios, alguna baja relevante, quizá por todo ello, el Guru salió al campo con poca claridad de ideas, evidenciando ciertos problemas en la salida del balón y en la circulación del mismo, con un agarrotamiento que no debe hacer saltar las alarmas y que entra dentro de lo usual en los albores de la competición.
El Alcázar “B”, un muy buen equipo por otra parte, y con la tranquilidad de la que siempre gozan los filiales cuyos objetivos clasificatorios no resultan demasiado exigentes, supo tomarle la medida al Grujoan durante la primera mitad, y con rápidas combinaciones de sus hombres más habilidosos pusieron en aprietos el marco defendido por un sobrio Diego Enrique, sin que lograran abrir la lata en gran parte gracias al buen hacer del exuberante Alex, siempre atento al corte con sus inmensas cualidades físicas y su liderazgo incuestionable. Después de unos primeros minutos bastante titubeantes, el cuadro verdiblanco logró asentarse en el campo y estirarse sin grandes florituras, pero habiendo capeado el temporal e incluso gozando de alguna clara ocasión, siempre protagonizadas por el joven J. Palicio, un incordio constante para la zaga visitante con su juego de espaldas y su arrancada imparable.
Sería sin embargo el conjunto langreano el que inaugurara el electrónico cuando mejor parecían estar plantados los locales en el terreno de juego, en un contragolpe fulminante por banda izquierda que finalizó con un malintencionado pase de la muerte que fue remachado sin remisión. Un duro golpe para los ovetenses, que no obstante fueron capaces de levantarse a los pocos minutos en un balón largo milimétrico que superó a las torres visitantes para que el efecto Palicio se cobrara su primera víctima del año, con un plástico remate en escorzo que se coló inapelable en el marco visitante.
No habría tiempo para más antes del intermedio, cosa que agradecieron los rojillos, que veían como el Grujoan empezaba a desmelenarse definitivamente y ponía en jaque su área cada vez con mayor claridad. En la reanudación el decorado no varió de manera palpable, y el Guru, en ocasiones con más corazón que cabeza, se veía capaz de darle la vuelta por completo al marcador. No obstante, en otro despiste defensivo, los visitantes volvieron a adelantarse en una jugada muy parecida a la que dio lugar al primer tanto, a pesar de que el concentrado Diego Enrique estuvo muy cerca de desviar el esférico en lo que hubiera supuesto sin dudas la parada de la jornada. Le tocaba de nuevo remar al cuadro verdiblanco, que con las sustituciones buscó insuflar nuevas energías al ataque y dotar de mayor desborde, especialmente con el concurso de un motivado Gabry, que nunca cesó de intentar superar a su par y protagonizó alguna internada peligrosa por banda izquierda.
Lograrían los locales el empate en una acción individual del talentoso Alfonso, muy apagado y temeroso hasta entonces durante todo el encuentro, que dribló de forma magistral a dos rivales en la frontal del área visitante finalizando con un envenenado disparo de puntera que el cancerbero langreano no pudo atajar, quedando el rechace en los pies del atento Palicio, que definió a placer. Llegaría el júbilo a los graderíos del Luis Oliver, que ya podían tocar con sus manos una heroica remontada en la que los locales habían logrado levantarse por dos veces de golpes muy duros, resistiéndose con terquedad a caer a la lona. Y efectivamente todo parecía apuntar a dicha remontada, porque los siguientes minutos fueron sin duda los mejores del conjunto local, avasallando sin piedad el área rival, donde el joven Palicio dispuso de una buena ocasión a la media vuelta que se fue arriba, sirviendo poco después un caramelo en forma de centro al segundo palo que el desatado Alfonso no pudo cabecear con precisión.
Y entonces llegaría la desgracia más fría para los locales, ya que el enésimo despiste defensivo y la falta de contundencia en los duelos provocó un mano a mano a favor de los langreanos que no perdonaron, marcando un 2-3 que se antojaba ya muy difícil de levantar. Con la moral tocada y la gasolina en la reserva, el Guru ya no pareció en ningún momento ser capaz de igualar por tercera vez un marcador adverso, y el correcalles que se derivó fue aprovechado por el dinámico ataque visitante que anotó un cuarto gol que sería la sentencia definitiva.
Luces y sombras en el debut de los verdiblancos, más de las segundas que de las primeras, pero con algunos brotes verdes sobre los que se debe insistir y muchos defectos que se pueden y deben corregir, pues esto no ha hecho más que empezar. No se debe olvidar que enfrente había un muy buen rival que supo jugar sus cartas con acierto y explotar las debilidades de los ovetenses, que pecaron de cierto miedo a la hora de jugar el cuero y de cierta ingenuidad y falta de rigor competitivo en tareas defensivas, con jugadores que deben dar mucho más de sí
en este equipo. El fútbol siempre da la oportunidad de redimirse y en esta ocasión en apenas una semana tendrá lugar un complicado choque ante el Llano “B” donde estamos seguros de que no se repetirán los errores de esta jornada. No resta sino levantarse con más ganas y más ilusión y seguir trabajando con humildad y energía, cerrar filas como un verdadero equipo, y los frutos llegarán más pronto que tarde.
Mucho Guru!