Juvenil «A» 1 – Estadio 2
Dura derrota en el Luis Oliver ante un rival directo en la lucha por las posiciones altas en un encuentro en el que el Grujoan acudía con numerosas bajas.
Jornada dominical intempestiva en el templo verdiblanco, en la que a pesar de la cantidad de agua caída el terreno de juego conservaría unas aceptables condiciones. Acudía el equipo local con numerosas bajas por unos u otros motivos que obligaron a presentar una convocatoria plagada de chavales del filial ante la escasez de efectivos de la primera plantilla disponibles, pero con la moral alta después de la última victoria a domicilio y con ganas de refrendarlo ante la afición frente a un rival de la zona alta.
Ambos equipos comenzarían dejando patente el gran respeto que se profesaban sin grandes florituras, pues sabían que presumiblemente sería un partido de pocos goles donde se impondría el que cometiera menos errores o fuera capaz de aprovechar los cometidos por el rival. No obstante, el planteamiento del Grujoan se vería comprometido con bastante rapidez al serle señalado un penalti en contra en los primeros compases del choque, un penalti quizá evitable por la zona escorada del área en la que se cometió pero que en todo caso no fue protestado por la parroquia local. El concentrado Diego no podría hacer nada ante la seguridad en la ejecución de la pena máxima, por lo que los visitantes lograrían adelantarse prácticamente habiéndose encontrado el gol, lo que provocaría que pudieran especular con el resultado encerrándose en su parcela mientras el Guru se vería obligado a ir a remolque, una suerte en la que esta temporada no se están encontrando nada cómodos.
A pesar de ello, los locales no bajarían los brazos en ningún momento, y tal y como llevan demostrando toda la temporada, el esfuerzo y la entrega serían absolutamente innegociables una vez más, lo que a la larga dará sus frutos sin ningún género de dudas. A pesar de no lograr desplegar su juego más alegre, en parte por la precipitación y en parte por el buen hacer defensivo del Estadio, a base de empuje se hicieron con el control de la posesión y dispondrían de varios acercamientos al área rival, gozando de varias acciones a balón parado donde generarían bastante peligro desde las botas del francotirador Isaías, ante las inseguridades en el juego aéreo mostradas por el arquero visitante, pero en las que el balón no quiso entrar.
Como consecuencia de la gran cantidad de agua caída, el terreno de juego se encontraba muy rápido, por lo que los balones en largo a la espalda de los centrales tenían pocas posibilidades de prosperar, cosa que el Estadio interpretó muy bien, adelantando su línea defensiva y tratando de que el juego discurriese en pocos metros. Aún así, los locales conseguirían filtrar algunos balones con cierto peligro, y en uno de ellos el belicoso Denílson llegaría a plantarse delante del portero rival en una posición escorada y muy forzada, logrando superar al guardameta con un sutil toque, pero sin la suficiente fuerza como para que el esférico llegase a cruzar la línea antes de que un defensa despejase el cuero y conjurase la amenaza.
El Estadio no generaría apenas peligro en el área local, a excepción de una ocasión precedida por un error de los verdiblancos que no terminaría en la portería gracias a una gran salida del excelente Diego que lograría desviar a saque de esquina, con el liderazgo en la línea defensiva de un solvente Maxi, que una vez más vería retrasada su posición cumpliendo con eficacia, pero cuyo despliegue se echaría de menos en posiciones más ofensivas. El joven Míkel mostraría su talento habitual en el carril izquierdo, mientras el sólido Jito desplegaría su vigor en los balones divididos, siempre amparados por el dinamismo del disciplinado Abel. La constancia otorgó un merecido premio a los locales cuando ya parecía que se terminaba el primer acto, en una acción que define perfectamente el espíritu indomable de este plantel, peleando el infatigable Carbajo un balón que parecía que se perdía por línea de fondo pero que lograría prolongar al segundo palo en un esfuerzo titánico, donde el aguerrido Nelson, todo corazón, se incorporaría con furia para rematar de un potente testarazo que entraría en la portería después de golpear con violencia en el poste.
Se llegaría con el marcador igualado al descanso, que parecía lo más justo a tenor de lo ofrecido por ambos conjuntos en el terreno de juego, pero el Grujoan no se conformaría con ello, y saldría con nuevos bríos a disputar la segunda mitad con ganas de dar una alegría a su sufrida afición. El encuentro discurría por el filo de la navaja, y si bien las sensaciones de los locales parecían algo mejores, no lograban mostrar una superioridad que permitiese encadenar varios ataques limpios. El impredecible Gabry trataría de encarar por banda izquierda, pero no tendría su mejor día en el desborde, mientras que el intrépido Nelson no desfallecería en sus intentos, consiguiendo poner algunos balones interesantes al área rival que no encontrarían rematador franco.
Cuando más parecía el encuentro inclinarse hacia el lado que quería el Grujoan después de una larga maduración, llegó el duro impacto del segundo tanto visitante, en un cúmulo de despropósitos donde se unieron una deficiente salida de balón y un despiste en la línea defensiva a la hora de salir de la cueva, con el resultado de que el delantero visitante gozó de un cómodo mano a mano donde disparó con tiempo para pensar, definiendo con potencia, imparable para Diego.
El golpe fue especialmente crítico para los locales, que se veían de nuevo contracorriente sin que el Estadio hubiera hecho nada más que aprovechar sus propios errores, lo que, por otra parte, no es poco en una categoría como esta. No se rendiría no obstante el Guru, aunque cada vez con más corazón que ideas, espoleados por la energía que aportarían las sustituciones y los jóvenes valores del filial. El veloz Sergio trataría de cazar alguna ocasión para lograr el empate con sus desmarques de ruptura y su presión incesante, pero sus compañeros no lograrían surtirle de balones en los que pudiera gozar de alguna ventaja sobre la seria zaga del Estadio. El habilidoso Mateo también trataría de ganar la línea de fondo y poner algún centro peligroso, mientras el talentoso Fran pondría algo de criterio en la zona ancha, secundados por la entrada del desequilibrante Juan Antonio que no tendría apenas ocasión de desplegar su habitual juego entre líneas. Aún quedaría tiempo en las postrimerías del choque para que el combativo Sergio fuera objeto de un posible penalti al ser agarrado por detrás cuando se disponía a controlar de espaldas un balón en el área visitante, pero el colegiado no quiso saber nada del asunto y dejó continuar la jugada en una decisión bastante controvertida que pondría el epitafio al encuentro.
Se llegaría al final del encuentro con una nueva derrota en casa de los locales, una derrota que hace daño pero que no debe minar la confianza de los nuestros, pues los partidos se están perdiendo por simples detalles que se pagan a un precio demasiado caro, despistes que deben corregirse y que se pueden superar con ilusión y trabajo. Parece que ya no pueden acaecer más adversidades en forma de lesiones, enfermedades y otros infortunios, pero en los malos momentos es en los que se debe hacer más equipo y se debe trabajar con mayor ahínco para revertir la situación. Nada está perdido aún, y la igualdad imperante en la categoría hace que con una buena racha de resultados todo siga estando al alcance de la mano. No queda sino levantarse, alzar el mentón y dar un paso al frente, y los resultados llegarán.
“No te prometí que esto fuera a ser fácil. Sólo te dije que valdría la pena”.
Mucho Guru!