Alcázar «B» 3 – Juvenil «A» 3
Sufrido empate de nuestros juveniles en un campo muy complicado y un encuentro repleto de alternativas para ambos equipos.
Tras el parón navideño el Grujoan visitaba uno de los campos mas complicados de la categoría, el municipal de Los Llerones, para enfrentarse a un equipo que ya en la primera vuelta había demostrado los recursos ofensivos que posee en su paso por el Luis Oliver. Los nuestros tratarían de cosechar por fin un resultado positivo que cortase la mala racha que venían sufriendo durante las últimas jornadas y que les había colocado en una insípida posición en mitad de la tabla como balance final de la primera vuelta.
El choque, disputado a unas horas un tanto intempestivas y bajo unas condiciones ambientales de considerable frío, comenzaría con ambos conjuntos a la expectativa, tratando de sopesar a su rival. El Alcázar cifraría todos sus esfuerzos en surtir de balones a su tridente ofensivo, sin duda uno de los más desequilibrantes de la categoría, mientras el Grujoan trataba de mantener el orden y lograr atacar al espacio con sus hombres de ataque. La zaga de los verdiblancos, caracterizada por su notable juventud, rayaría a buen nivel durante los primeros compases, comandada por el liderazgo y la presencia del exuberante Diego, que ejercería de faro para que el eficiente Villar y el talentoso Didi gozaran de plena confianza en sus facultades, mientras que al esforzado Rubén le tocaría un hueso duro de roer con su par, con el que mantuvo un disputado duelo durante todo el partido.
El choque parecía bastante controlado para el cuadro visitante, al que sólo le faltaba un poco más de llegada al área rival para meter el miedo definitivamente en el cuerpo a los locales. El trabajo de Abel, el termómetro del Grujoan, resultaría una vez más fundamental en la sala de máquinas para que sus compañeros pudieran explotar sus virtudes en zonas de mayor peligro, secundado por el mariscal Maxi, que con su potencia y despliegue siempre supone el primer eslabón en las transiciones ofensivas. Lograrían adelantarse los visitantes en una jugada en la que el creyente Gabry demostraría su fe y sus ganas infinitas, anticipándose a un pase horizontal de la zaga rival, disparando de primeras aprovechando la confusión del arquero local y colando el esférico de manera irremisible en la red. Lograrían ponerse por delante los ovetenses en una acción que demostraba a las claras las ganas que tenían de sacar algo positivo en su visita a la Cuenca del Nalón.
Pocos minutos después ampliarían diferencias los verdiblancos, esta vez tras un envío al espacio que el infatigable Sergio peleó obstaculizando el despeje local, cayendo el cuero a los pies del mago Josín, que en una posición lejana y escorada levantó la cabeza con calma, y sin necesidad de armar su guante derecho, sacó la varita mágica para teledirigir un disparo impecable y plástico que se colaría por la escuadra contraria del marco langreano, en un auténtico golazo marca de la casa.
Tras el segundo tanto el encuentro se ponía aún más de cara para los visitantes, que parecían controlar con comodidad el ritmo del partido sin ofrecer fisuras en su entramado defensivo. Las pocas veces que los locales lograban acercarse por el área ovetense, el concentrado David impondría su presencia y su planta para disuadir a los atacantes del Alcázar. No obstante, cuando todo parecía más controlado y se acercaba el intermedio, el infortunio volvió a cegarse con el cuadro verdiblanco, que una vez más vuelve a pagar muy caros todos sus despistes. En dos chispazos el Alcázar conseguiría empatar el encuentro, anotando dos goles en sendas entradas por banda, que echaban por tierra todo el buen trabajo de la primera mitad y dejaban todo pendiente para el segundo acto.
Durante la segunda parte el decorado no cambió en demasía, y las fuerzas se mantenían en relativo equilibrio mientras cada conjunto esperaba un error por parte del otro, si bien el Guru trataba de llevar un poco más el peso del juego. La ocasión más clara de esta segunda mitad, y posiblemente de todo el encuentro, sería protagonizada por el conjunto visitante, en una internada por banda derecha del pletórico Carbajo, que con un alarde de potencia y habilidad sortearía la entrada desesperada de su defensor alcanzando la línea de fondo con solvencia; allí el hijo del metal se plantaría, levantaría con aplomo su melenuda testa, y dibujaría finalmente un pase de la muerte de manual que llegaría franco al desmarque del incisivo Sergio, el cual se adelantaría con astucia a sus defensores y remataría con el portero prácticamente batido, con la inmensa mala suerte de que el esférico se estrellaría en el poste ante el estupor de la hinchada visitante.
La tuvo el Guru en esta acción que bien pudo decantar la balanza definitivamente a su favor. No sería así, y para más adversidad unos minutos después el Alcázar conseguiría anotar su tercer tanto en una jugada un tanto aislada donde David no pudo hacer nada para anticiparse al mano a mano del que disfrutaría el ariete rival. Quedaban ya pocos minutos por disputarse y parecía que una vez más, quizá sin merecerlo, el Grujoan se iría de vacío en otro partido en el que no había demostrado ser inferior a su oponente, pero también una vez más el equipo demostró que la casta es un valor innegociable, y lejos de arrojar la toalla se lanzaron con fuerza en busca del empate. La energía y vitalidad del aguerrido Nelson, junto con la frescura aportada por el espigado Mario, jugarían un papel decisivo en lo que estaba por venir. En prácticamente la última jugada del partido, cumplido ya el tiempo reglamentario, y con el Guru totalmente volcado, el joven Didi colgaría un último balón a la olla que sería prolongado por un atento Mario en zona de segundo palo al corazón del área, donde aparecería un imperial Maxi para ejercer su capitanía una vez más conectando un remate de primeras que se colaría con suspense en la portería local, firmando el definitivo empate que pondría un poco más de justicia al marcador.
Empate emocionante el conseguido en feudo ajeno, que si bien no supone un espaldarazo sensible para el Guru en la tabla, sí supone una inyección de moral importante teniendo en cuenta los últimos resultados y todos los acontecimiento sucedidos durante los últimos días. El equipo no se vio inferior al rival en ningún momento, un rival que no hay que olvidar que está por encima en la tabla por algún motivo, y pese a que queda un regusto amargo por el hecho de haber dejado escapar una renta de dos goles, la manera en que se logró el empate final supone un chute de moral que hay que valorar en su justa medida. Las próximas jornadas se antojan decisivas para vislumbrar cuáles van a ser finalmente los objetivos de este equipo, que aún tiene opciones de engancharse a los de arriba si es capaz de enlazar varios resultados positivos.
No podemos finalizar esta crónica sin agradecer a Quico Arias el tiempo que ha pasado en este club y las enseñanzas que nos ha dado a todos, un lujo haberlo tenido con nosotros. De su mano llegaron momentos inolvidables, especialmente la temporada pasada, donde se estuvo a punto de lograr una permanencia histórica y llena de heroísmo, con una comunión perfecta entre equipo y afición. Te deseamos mucha suerte allá donde te lleven tus pasos, y sabemos que la familia del Guru tiene un miembro más para siempre. ¡Viva el fútbol y mucho Guru!