Protocolo de actuación de la RFAF para la próxima campaña
La Territorial espera que no haya problemas para que los padres puedan acudir a los partidos de sus hijos | La Federación Asturiana ha elaborado un protocolo de actuación que regirá el regreso de las competiciones, pero las fechas están aún en el aire.
El fútbol asturiano mira ya de reojo hacia la próxima temporada sumido en dudas. Mientras el fútbol 2019-2020 espera para echar el cierre definitivo a su curso más extraño con la disputa de las últimas eliminatorias en las competiciones europeas y del ‘play off’ de ascenso a Primera, el resto de categorías esperan indicaciones para aclarar su futuro. No hay aún calendarios ni un plan exacto para echar a rodar toda la maquinaria que rodea al mundo del balón.
La Federación Asturiana viene realizando un trabajo de despachos en las últimas semanas para avanzar en la configuración del nuevo escenario en la medida de lo posible. No se sabe cuándo se pondrá el fútbol regional en marcha, pero sí existe una idea de cómo será el regreso. En ese sentido, el organismo presidido por Maximino Martínez ha elaborado un protocolo de actuación que ha remitido ya a la Dirección General de Deportes, que, a su vez, deberá enviarlo a Sanidad para que le dé el visto bueno. En el documento se recogen aspectos como posibles limitaciones de aforo o el control de la apertura de las instalaciones de entrenamientos. Se trata de un protocolo similar al que hay en otros deportes.
De momento no existe fecha para el inicio de las competiciones en Asturias. La territorial espera indicaciones desde la Federación Española, que también se encuentra inmersa en un complicado proceso para determinar los ascensos de Tercera a Segunda B tras los positivos por Covid-19 detectados en algunos equipos. A partir de ahí, en efecto dominó, empezarán a concretarse fechas. El plan de la Federación Asturiana, en cualquier caso, es apurar al máximo los plazos y que los equipos dispongan de al menos un mes para prepararse antes del inicio de las competiciones.
Entre las medidas que se descartan está la realización de test a los jugadores, una opción económicamente inviable para los clubes por su alto coste. En cuanto a la presencia de público, se espera que se acepte la propuesta del protocolo, respetando siempre las medidas de distanciamiento y seguridad que se han normalizado desde el fin del estado de alarma. Se da por hecho, por ejemplo, la presencia de los padres en los partidos de base.
Las incógnitas se acentúan precisamente sobre la forma en que se desarrollarán las propias competiciones, desde Tercera División hasta el fútbol base, una preocupación extendida entre todos los deportes.
Los problemas para terminar una liga al uso como los que han surgido en Segunda División tras el brote en la plantilla del Fuenlabrada justo antes del inicio de la última jornada han servido como aviso para todo el fútbol español. En Asturias, la Federación contempla cambiar el formato para tratar de reducir la duración de la temporada sin afectar al número de partidos. Sobre la mesa existen a día de hoy varias opciones. También en este aspecto se está a la espera de ver las medidas tomadas por la Federación Española.
Mientras tanto, los clubes continúan configurando sus distintas plantillas de cara a la temporada más atípica que se recuerda y tratando de adelantarse al nuevo escenario económico. A estas alturas del verano, muchos de ellos estarían comenzando ya sus entrenamientos. La mayoría de campos están cerrados y solamente se actividad en aquellos que acogen los pocos campus que han mantenido su apuesta u otros en los que se están desarrollando tareas de mantenimiento. El balón, si la pandemia no vuelve a recrudecerse, está casi listo para volver a botar en Asturias. Solamente falta conocer cuándo podrá hacerlo.