Escuela Teresiana 0 – Juvenil «A» 2
Primera victoria a domicilio del Grujoan en un trabajado encuentro en el que los nuestros supieron sufrir para llevarse tres importantísimos puntos.
Visitaba el Grujoan el municipal de La Pixarra para enfrentarse a un duro rival, experimentado y competitivo, que les pondría las cosas muy difíciles. Se trataba de una excelente piedra de toque para los nuestros, que tratarían de refrendar las buenas sensaciones de la primera jornada ante un oponente con una propuesta de juego totalmente opuesta y que requeriría grandes dosis de paciencia y sangre fría para lograr un buen resultado. El partido comenzaría con el guión previsible de antemano, con una Escuela Teresiana que trataba de imponer su poderío físico y su mayor experiencia, sin dejar en ningún momento que los nuestros pudieran combinar con tranquilidad y evitando que las piezas ofensivas de los visitantes recibieran balones limpios, cortando el juego con sucesivas faltas tácticas cuando era necesario. El polifacético Berto tendría una papeleta complicada midiéndose ante uno de los puntales del ataque de los locales, pero solventaría su cometido con buena nota sin verse desbordado en ningún momento, mientras en el centro de la zaga la dupla formada de nuevo por el pletórico Godo y el poderoso Diego anularía completamente al punta rival, que incluso se vería obligado a retirarse del terreno de juego a los pocos minutos. Fundamental en el sostén del equipo sería como siempre el impagable Jito, auxiliado en tareas defensivas por el sacrificado Fran, que tendría que multiplicarse a la par que trataba de conectar con las líneas ofensivas del Guru.
No obstante, los locales no lograrían inquietar en demasía la meta de un siempre seguro David, siendo su mayor fuente de peligro las acciones a balón parado, las cuales no lograrían vulnerar el entramado defensivo de los del Luis Oliver, a pesar de las importantes torres con las que contaba el cuadro de La Pixarra. El liderazgo del elegante Josín aparecía a cuentagotas, pero continuamente sembrando la inquietud con sus imprevisibles acciones, mientras Ruby, el pequeño genio de cabellos dorados, trataba de aparecer entre líneas para conectar con un siempre incisivo Sergio, que desgastaba a sus marcadores con sus constantes movimientos esperando la ocasión de asestar su picotazo mortal.
Se llegaría al intermedio con tablas en el marcador, con un Grujoan no demasiado cómodo en su juego pero paciente y concentrado, perfecto conocedor de que tocaba seguir madurando el encuentro y que éste se resolvería por pequeños detalles. La charla táctica dio sus frutos, y los visitantes saldrían con nuevos bríos al segundo acto, un inicio arrollador que se antojaría trascendental en del desarrollo del encuentro.
Un saque de banda aparentemente inocuo ejecutado con su plasticidad habitual por Míkel, el imperturbable hombre de hielo, finalizaría tras una serie de rechaces defensivos con un balón franco en la frontal del área local, un caramelo que el determinante Josín no suele perdonar, y pese a que su intencionado disparo fue repelido con apuros por el meta rival, el rechace fue recogido por el avispado Sergio, que fue derribado cuando se disponía a remachar a la red, en un penalti que el colegiado no dudó en señalar. Sería el intrépido Godo el que sin dudarlo asumiría la responsabilidad de la ejecución de la pena máxima, que con un envidiable temple y paradinha incluida transformaría con suficiencia la ocasión ajustando al palo izquierdo del arco, poniendo por delante al Guru con aún muchos minutos por disputar.
La Escuela Teresiana se vería así obligada a estirar sus líneas, pero pese a todo el Grujoan jamás perdería la compostura y no concedería acercamientos francos a los locales. Los hombres de refresco aportarían nuevas soluciones y claridad de ideas, con el determinante y por momentos sobrado Ulises, y la inteligencia y rigor del infalible Villar. Según pasaban los minutos el incansable M. Mardomingo crecería por banda derecha a la par que el nivel físico del resto bajaba, y el Grujoan parecía, si no cómodo, bien plantado en el terreno de juego ante la frustración de los locales.
Sucedería entonces la jugada dantesca del encuentro, en una tangana que se formó en las inmediaciones del área visitante tras una falta, donde el colegiado tomó algunas decisiones controvertidas con una salomónica actitud y una aparente intención de expulsar a un hombre de cada bando de cualquier manera. Como resultado ambos conjuntos se quedarían con 10 jugadores y con nadie satisfecho, ya que el jugador local expulsado no parecía sido el autor de la agresión que motivó su salida del campo, mientras que en el equipo visitante el incrédulo Sergio fue obligado a coger el camino de los vestuarios en una extraña sucesión de acontecimientos, donde primero se le expulsó, luego se le indicó que había sido un error y podía continuar, para finalmente serle mostrada la roja de nuevo. Los ánimos se caldearían con el suceso y el partido entraría en una nueva fase, donde la experiencia se antoja siempre un factor fundamental.
Pero este Guru está hecho de una pasta más dura de lo que indica la fecha de nacimiento de sus jugadores, y en una encomiable actitud y en un alarde de madurez, en ningún momento cedieron a desviarse del rumbo marcado, e incluso lograron que pareciese más cercano un segundo tanto que el empate local. El show del irreverente Ulises entró en su fase decisiva, sacando de sus casillas a sus marcadores y combinando de manera imposible de contrarrestar con el tenaz M. Mardomingo y especialmente con su socio favorito, el desequilibrante Christian, que en varias ocasiones avisaron de lo que eran capaces. Sería precisamente el concluyente Christian el que en una contra filtrara un pase en el momento exacto para que el indetectable Ulises se plantara frente al arquero local y cruzara con sutileza y eficacia para anotar el segundo tanto visitante, en una bonita jugada que ponía muy de cara el encuentro para los suyos.
Aún restaría tiempo para que la Escuela Teresiana hiciera sus últimas intentonas, pero el cronómetro ya correría demasiado en su contra y no lograrían acercarse a estrechar el marcador.
Tres puntos de oro para el Grujoan ante un rival muy exigente y correoso, que a buen seguro pondrá en graves aprietos al resto de equipos de la competición. Una gran piedra de toque para los nuestros, que salen victoriosos de un envite muy complicado y que les sirve para afrontar con total confianza en sí mismos el duro calendario que se aproxima. Esta semana los verdiblancos tendrán jornada de descanso, pero el trabajo continuará de la misma manera, con la misma actitud y humildad que les ha llevado a sumar dos triunfos en los dos primeros encuentros. Tener un sueño es el primer paso para conseguirlo.
¡Mucho Guru!