No pudo ser
El pasado domingo podría haber sido un día glorioso, un sueño cumplido, pero no pudo ser. El equipo y cuerpo técnico nos regalaron con su enorme trabajo una oportunidad histórica, pero nos tocó llorar. Duele más por la impotencia de lo que allí pasó y que todo el mundo vio, pero así es el fútbol.
Lamentamos profundamente lo ocurrido tras el pitido final, y se tomarán las medidas oportunas y firmes a nivel interno, independientemente de las que se tomen desde la Federación. Estos hechos no se volverán a repetir.
Desde ya mismo nos levantaremos y comenzaremos a trabajar para la temporada que viene, con la ilusión de seguir mejorando y de que en un tiempo las lágrimas de hoy se conviertan en las alegrías del mañana. Este club se ha levantado de palos mucho peores.
Gracias a todos los que allí estuvisteis y a todos aquellos que nos brindáis vuestro apoyo. Son momentos difíciles, pero que el ruido no os haga callar. Ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos, nunca lo son.