Regional 3 – Stiaua d’Asturies 0
Partido sin mucha historia en el Luis Oliver, donde los locales abrocharon una victoria cómoda tras abrir el marcador en los albores del encuentro.
Jornada trampa en el coliseo verde, donde el Grujoan se jugaba mantener la buena racha y continuar con su escalada en la tabla, enfrentándose a un rival que a priori no debería suponer problemas, pero que está cuajando una temporada muy a tener en cuenta, sacando muchos puntos y provocando tropiezos en equipos que se presumen de nivel. No caería el Guru en la tentación de caer en la relajación, y saliendo con toda la artillería y con la máxima intensidad, los inicios del choque fueron un asedio constante e ininterrumpido por parte de los locales, que en un abrir y cerrar de ojos trenzaron tres o cuatro ocasiones francas de gol, todas ellas nacidas de las botas de la clave Mayo, que en este domingo fue un ciclón imparable para los visitantes, y donde el insistente A. Ruiz no estuvo afortunado en la finalización, negándose el balón a entrar y sin que tan siquiera los postes estuvieran de su lado. No obstante, el tesón siempre tiene su premio, y sería el propio A. Ruiz el que inauguraría el electrónico a los pocos minutos, tras remachar en el área pequeña un balón suelto nacido de una internada del joven Christopher por banda izquierda que nadie pudo despejar. Lo celebraría con rabia el corajudo atacante del Grujoan, al que, a pesar de no caérsele los goles de los bolsillos como ocurría la temporada pasada, no ceja en su empeño, generando siempre situaciones favorables y fajándose sin descanso utilizando su corpachón contra las defensas rivales, con un trabajo sin el cual los esfuerzos de sus compañeros serían baldíos.
Casi sin tiempo para que el Stiaua se recuperase del mazazo, llegó el segundo tanto de los locales, propiciado por un tenso saque de esquina colgado por el clarividente Mayo que el imperial Domínguez, en uno de sus imparables saltos, cabeceó inapelable a las mallas. Apenas habían transcurrido unos minutos de partido y las cosas se ponían muy de cara para los verdiblancos, que con dos goles de ventaja daban la sensación de que en cualquier momento y a poco que afinasen la puntería podrían aumentar la renta. El Stiaua trataba de tocar y liberarse de la presión, pero pese a sus buenas maneras, en esta ocasión el Guru salió muy concentrado, y cuando esto ocurre, pocos equipos de la categoría pueden soportar el infernal ritmo al que somete a los contrincantes. Pudo aumentar la diferencia de manera significativa el Grujoan, pero la falta de acierto ante la portería rival fue este domingo el único lunar que se puede achacar a los locales, que no lograban anotar un tercer gol que sentenciara definitivamente el encuentro. El Stiaua tuvo unos buenos minutos en las postrimerías del primer acto, donde los verdiblancos ralentizaron un poco el ritmo, pero el insuperable Robledo echó el cerrojo en las contadas ocasiones de que dispusieron.
La segunda mitad comenzaría con un ritmo más pausado, viéndose el Grujoan superior pero sin terminar de rematar la faena, manteniendo un marcador que siempre resulta engañoso y que entraña cierto peligro. Un magistral Robledo desbarató un mano a mano que hubiera podido poner en aprietos las pretensiones locales, en la que fue sin lugar a dudas la mejor oportunidad de la que dispondrían los visitantes. A partir de entonces el Guru controló la situación con comodidad, sentenciando poco después por medio del habilidoso Miguelín, que transformaría con pierna derecha un envío de Mayo en el que su defensor no estuvo especialmente afortunado. Con las sustituciones, que aportaron energía y calidad, el conjunto local volvió a subir un punto de velocidad e intensidad y disfrutó de numerosas ocasiones para ampliar más la renta y firmar un resultado que pudo haber sido escandaloso, con el Stiaua ya entregado. No pudo ser, sin embargo, no era el día en el que los locales tendrían su mejor día de cara a portería, y se llegaría al final con el resultado de tres goles a cero que, de todos modos, se antoja más que suficiente y permite afrontar el siguiente encuentro con la tranquilidad de haber hecho los deberes.
Partido que había que sacar adelante sí o sí ante un rival que ya ha dado este año más de un disgusto, lo cual se consiguió con firmeza y contundencia, manteniendo la seriedad en todo momento, y sumando otros tres puntos que acercan más al Grujoan a la zona noble de la clasificación. La próxima semana los ovetenses tienen una salida complicada a un campo que no reúne las mejores condiciones para sus intereses, pero que de llevarse la victoria y ante los enfrentamientos directos que deparará la jornada, apretarían sobremanera la parte alta de la tabla. Manteniendo la línea de las últimas semanas y conservando el rigor y la concentración, siendo uno de los equipos que menos goles encajan de la categoría, los objetivos estarán cada vez más cerca.