At. Lugones 5 – Juvenil «A» 2
Derrota dura y sin paliativos de nuestro juvenil en uno de los campos mas complicados de la categoría, con muchas sombras pero también algunas luces que deben servir para afrontar con energía la segunda vuelta de la competición.
Nuestro juvenil cerraba el año y la primera vuelta de la competición con su visita al municipal de Santa Bárbara en uno de los encuentros más atractivos de la jornada, con algunas bajas sensibles y unas condiciones climatológicas complicadas donde la lluvia y el fuerte viento racheado jugarían su papel. El cuadro verdiblanco, tras una sucesión de resultados adversos, en los que en muchas ocasiones las sensaciones no guardarían relación con el marcador final, saldrían con ganas de revertir la situación y cerrar el año con un buen partido que les permitiera no descolgarse en demasía de la zona alta.
Durante los primeros minutos el Grujoan estaría plantado en el césped de un modo valiente, sin conceder ocasiones a los locales, y si bien no gozarían de claras oportunidades, protagonizarían varias llegadas al área y algunas acciones a balón parado que bien podrían haber decantado la balanza a su favor. Una vez más los nuestros no demostrarían ser inferiores a un rival poderoso que luchará por los más altos objetivos, pero también una vez más, el infortunio, los errores propios, y por qué no admitirlo, el acierto de un rival que también juega, echarían por tierra todo el buen trabajo realizado hasta el momento, cuando un balón bombeado conseguiría ganar la espalda de la línea defensiva visitante, llegando a los pies del delantero centro lugonino, que con gran clase batiría por alto a un superado Diego Enrique desde fuera del área.
Jarro de agua fría para los verdiblancos, que esta vez sí parecieron acusar el golpe y tardaron en reaccionar a lo ocurrido. Sin demostrar una gran superioridad, pero mucho mejor adaptados a las condiciones especiales de un terreno de juego de grandes dimensiones y firme en deficiente estado, los blanquiazules acumularían algunas llegadas más, y en una de ellas, un pase interior habilitaría a uno de sus hombres ofensivos para que cruzase con algo de fortuna ante la salida desesperada de un atento pero impotente Diego Enrique, que de nuevo nada pudo hacer para evitar que el balón besase las mallas.
El Guru trataría de reaccionar y acortar distancias merced sobre todo a la brega y la determinación incansable de un gran Gabry, que fue un incordio constante para los defensores locales pero cuyas cabalgadas no hallaron el premio merecido.
Se llegaría con el marcador de 2-0 al intermedio, con la sensación de que se estaba perdiendo un partido ante un buen rival pero no superior, sin encontrar la explicación a ello. Ya con nada que perder, se adoptaron medidas arriesgadas en la parcela táctica para tratar de revertir la situación, que si bien parecieron dotar de mayor mordiente a los visitantes, se vieron abortadas ante el acierto de cara a gol de los locales, que transformaban todas las ocasiones de las que disponían. Se sucederían sin remisión, como una especie de goteo constante, los goles en contra para los ovetenses, que vieron cómo los locales anotarían un tercer tanto en una transición ofensiva, un cuarto de saque de esquina, y por último un quinto gol de disparo desde fuera del área. Castigo durísimo para los verdiblancos, que no podían dar crédito a lo que acontecía en el luminoso, con la sensación de haber concedido cinco disparos en contra y verse cinco goles abajo.
A partir de entonces, si bien el resultado estaba más que definido, el Grujoan tiró de orgullo y casta, y no le perdió la cara al partido, sin bajar los brazos en ningún momento, lo cual también es digno de alabanza. Lograrían recortar distancias por medio del incansable Gabry, que remacharía en la misma línea de gol un disparo del recién incorporado y muy participativo Sergio, que el portero local había logrado desviar con dificultades. La garra de estos dos jugadores les otorgaría alguna ocasión más, en un par de manos a mano de cada uno de ellos en posiciones escoradas que no pudieron transformar, y anotando finalmente el segundo tanto por obra del incisivo Sergio, que recogió un genial pase del inagotable Abel (gran partido el suyo, muy activo en todo momento) dentro del área definiendo con categoría en un gran disparo cruzado.
Dispondrían de algún otro acercamiento los verdiblancos para maquillar un poco más el electrónico sin conseguirlo, y se llegaría sin más cambios al final del encuentro, con una derrota muy amarga para los ovetenses, que ven como una vez más pagan un precio desmesuradamente elevado por cada error cometido. Se llega al parón navideño con un último mes de competición para olvidar en lo que a resultados se refiere, que se antoja fundamental para recargar las pilas y despejar las mentes. Algunos efectivos se irán recuperando, ante la plaga de bajas que afecta al plantel, y no queda otra que trabajar más unidos y con mayor ahínco, porque al final el trabajo duro dará sin duda sus frutos. Ahora es cuando se demuestra de qué pasta está hecho cada uno, y no nos cabe duda de que este grupo de chavales está muy lejos de haber dicho su última palabra.
“Cuanto más trabajo, más suerte tengo”.
Mucho Guru!