Covadonga «B» 1 – Juvenil «A» 2
Importante y prestigiosa victoria de nuestro primer equipo juvenil en uno de los campos más complicados de la categoría que no obstante se vio empañada por la grave lesión de uno de nuestros baluartes, Jorge Villar.
Salida difícil la que afrontaba nuestro máximo exponente de la categoría juvenil a todo un Álvarez Rabanal, donde los nuestros tratarían de sobreponerse al golpe recibido en la jornada previa en las instalaciones de El Cristo. En una tarde soleada propia de la época estival, los nuestros saldrían con toda la confianza en sí mismos respaldada por la buena campaña realizada hasta la fecha. Arrancarían los visitantes sin ningún complejo, pese a la novedosa disposición táctica de los locales sobre el césped, que fue eficazmente contrarrestada por el impagable despliegue físico exhibido por nuestros hombres de la parcela ofensiva, que demostraron una vez más que su talento viene acompañado de un innegociable compromiso que resultará clave para la consecución de los más altos objetivos.
El Covadonga trataría de imponer su juego y llevar el peso de la posesión del esférico, pero los verdiblancos estarían en todo momento bien plantados en el terreno de juego, arropando de manera brillante a un atento David bajo palos que resulta siempre un seguro de vida para los del Luis Oliver. La ocasión más clara de los primeros compases llevaría la firma visitante, en una falta lateral magistralmente ejecutada con el guante de la pierna derecha del elegante Josín, que encontró a un activo Sergio en el punto de penalti que peinaría con astucia para salvar la salida del arquero local, impactando el balón de manera milagrosa para los azulones en el travesaño de la portería. No desfallecerían los verdiblancos por la buena ocasión que se fue al limbo, y con paciencia y trabajo continuaron impasibles con su plan de juego, especialmente para tapar las acometidas del Covadonga por el costado izquierdo que suponían una de sus armas más peligrosas. El todoterreno Jito y el disciplinado Villar apuntalaban la zona ancha del terreno de juego de una manera incansable para que los hombres ofensivos del Grujoan gozaran de espacios en los que desplegar su magia.
Se adelantarían los visitantes en el electrónico en una magnífica transición, donde el tranquilo Jáñez robaría con autoridad un balón peligroso en la zona defensiva de los verdiblancos, distribuyendo con pausa al determinante Josín, que una vez más exhibiría la impagable precisión de su diestra para lanzar el espacio sobre el desmarque del talentoso Ruby, que tras ganar la espalda a su par cedería con calidad al primer toque para la incorporación del iluminado Ulises, que libre de marca en el segundo palo definiría con frialdad, haciendo fácil lo difícil, cruzando al palo largo y hallando un contrapié envenenado ante el que nada podría hacer el cancerbero local. Acción relámpago de los visitantes que sorprendía totalmente al cuadro azulón y que les ponía por delante en un encuentro que prometía aún muchas emociones y con todo por decidir.
Pocos minutos después llegaría la jugada desgracia del choque que empañaría totalmente todo lo que aconteciera después, en un lance desafortunado en el centro del campo donde el titán Jorge Villar se llevaría la peor parte, sufriendo una grave lesión que dejaría la sangre helada a todos los presentes. Tras unos largos minutos de nerviosismo se reanudaría la contienda, pero el Grujoan acusaría lógicamente el golpe personificado en uno de sus hombres más importantes dentro y fuera del terreno de juego, y en los minutos que restaban hasta el intermedio bien pudieron lograr la igualada los locales, con un conjunto verdiblanco en un estado anímico más que tocado. En la más clara de las que dispondría el Covadonga el esférico se estrellaría violentamente en el larguero de la portería defendida por el bravo David tras un disparo a bocajarro, en una acción donde seguro que la voluntad y el duende del caído Jorge Villar ayudó a que la pelota no encontrase puerta.
Tras el tiempo de descanso y la charla táctica, ya con los nervios más templados, el Grujoan salió con energías renovadas con la firme intención de homenajear a su compañero de la mejor forma posible, que no era otra que brindarle los tres puntos. Y si bien y con total justicia habíamos dicho que la segunda parte que los nuestros habían cuajado frente al Estadio había sido de lo mejor de la temporada a pesar de la derrota, en esta ocasión los nuestros se superaron y firmarían unos segundos 45 minutos para enmarcar. El, una vez más, pletórico Godo, inabordable sin balón y excepcional con él, junto con el potente y concentrado Diego, echarían por tierra una y otra vez las acometidas que los locales, de manera cada vez más directa, proponían por su zona de influencia, escoltados por el sobrado Míkel y el eficiente Jáñez, mientras que en la sala de máquinas el clarividente Barra se combinaría a la perfección con el corta y rasga del inclemente Jito para evitar que el cuadro azulón jugara con comodidad. Disfrutarían los del Luis Oliver incluso de varias ocasiones para aumentar su renta, especialmente en dos acciones en las que el determinado Diego a punto estuvo de perforar la meta contraria, donde se encontraría con el arquero local en una y con un defensor bajo palos en otra, que de manera inaudita rechazaron sus envites.
A pesar del buen hacer de los verdiblancos se mantenía la incertidumbre del resultado, y el enorme esfuerzo físico comenzaba a pasar su factura. Un agotado y vaciado Sergio, tras haberlo dado absolutamente todo en un alarde de compromiso y servicio a la causa común, dejaría su sitio al decisivo Christian tras haber cumplido con creces su oscura misión de desgaste de la zaga local, a la par que se incorporaba el afilado Berto en posiciones más ofensivas de lo habitual, dos hombres que resultarían claves en el devenir de los acontecimientos. Tras una recuperación del omnipresente Jito en zona de tres cuartos del campo rival, el esférico caería en los pies del revoltoso Ulises, ese que siempre sabe qué hacer con ella y al que nunca le quema la pelota, que filtraría unos de sus pases entre líneas para que el generoso Berto, que ya pisaba área, enviara un precioso caramelo al desmarque del avizor Christian, que transformaría por abajo en otro bello tanto que contó con el inestimable concurso de varios compañeros. Pondrían así tierra de por medio los visitantes, pero aún tendrían que seguir luchando y trabajando para conseguir los tres puntos, pues los locales no bajarían los brazos y harían emplearse a fondo a los nuestros.
A pesar de la solidez defensiva ofrecida por los verdiblancos, el Covadonga dispondría de algunos acercamientos especialmente a balón parado, y en uno de ellos precisamente lograría recortar distancias, sembrando de incertidumbre el resultado, a pesar de que el reloj ya empezaba a correr a favor de los del Luis Oliver. Ingresarían al terreno de juego el contundente Jorge y el habilidoso Samu, que darían algo de oxígeno a los visitantes en los largos minutos que restaban por jugar, pero en los que a fin de cuentas el Grujoan supo desenvolverse con madurez y autoridad, y en los que a fin de cuentas pasaron pocas cosas y no se sufrió en demasía, abrochando unos tres puntos que les catapultan al coliderato de la competición y con todo abierto para luchar por el objetivo más ambicioso.
Brillante victoria la cosechada por los nuestros, sobreponiéndose a un duro palo que la hace aún más meritoria, que les coloca en una posición privilegiada para afrontar los últimos tres partidos de la fase regular con garantías y confianza, viendo lejos la zona baja y con todas las aspiraciones intactas. Lamentablemente se produjo la peor noticia de todas con la lesión de Jorge Villar, uno de nuestros capitanes y máximos estandartes, a la que los nuestros se sobrepusieron para brindarle un triunfo que seguro que le habrá hecho muy feliz. Esto no ha terminado y la próxima jornada nos visita un rival necesitado y muy peligroso como es la Escuela Teresiana, en un encuentro que se antoja como el más importante de la temporada en estos momentos y que demandará otra vez lo mejor de nuestros chicos. No obstante, ahora hay otro motivo para darlo todo y un poco más, y este domingo tendremos a Jorge apoyando como uno más mientras inicia su recuperación, que seguro que será rápida y fructífera.
¡Mucho Guru!