La Corredoria 2 – Juvenil «A» 3
Épica victoria de nuestros jabatos del primer equipo juvenil que supieron sobreponerse a un partido que se puso muy cuesta arriba con una remontada gloriosa que les permite afrontar la última jornada dependiendo de sí mismos.
Afrontaba nuestro Juvenil A la primera de las dos finales que le restan por delante para terminar esta extraña temporada, ya con los deberes más que cumplidos, y sin otro objetivo ya que no sea luchar por un sueño en el que este grupo de chavales siempre creyó. El escenario no era el más idóneo para afrontar un encuentro de estas características, en una matinal del domingo bajo un sol de justicia, campo lento y pesado y un rival al que le iba literalmente la vida en ello. No comenzarían desentonados los nuestros, que sin grandes alardes lograban encontrar a la saeta rubia de Ventanielles entre líneas durante los primeros compases, sembrando el terror entre un entramado defensivo local que le tenía un extremado respeto.
No obstante, tras unos primeros minutos en los que el Grujoan parecía imponer su planteamiento, el partido entró en una fase en la que poco a poco los nuestros parecían atenazados y no conseguían trenzar su juego con la fluidez habitual. La Corredoria aprovechó esta indecisión de los verdiblancos para estirarse y crear algunas ocasiones de peligro, primero con timidez y paulatinamente con mayor mordiente. En un error de salida de balón de los visitantes llegaría la ocasión más clara para los azulones, con un disparo envenenado que el felino David rechazaría con solvencia, tras el cual el rechace caería a los pies de uno de los delanteros locales, que en inmejorable posición trataría de perforar la portería del Grujoan, encontrándose sin embargo de nuevo con la providencial intervención del inexpugnable David, que a bocajarro protagonizaría una parada prodigiosa que mantendría el marcador a cero. Los grandes equipos se construyen a partir de la fuerza del grupo que conforman las grandes individualidades, y desde luego este plantel no puede estar mejor guarnecido de lo que está con el que sin duda es el mejor cancerbero del campeonato. En esta ocasión, dotaría a los suyos de una vida extra que en partidos de máxima exigencia suponen un impagable balón de oxígeno.
A pesar de ello, los nuestros no terminaban de encontrarse cómodos sobre el terreno de juego, y si bien daba la sensación de que según el partido fuera madurando y la condición física se viera menoscabada la situación acabaría por nivelarse, el panorama no parecía aclararse para los visitantes. El despiadado Jito y el poderoso Jorge trataban de achicar agua en la zona ancha, demasiado ancha por momentos para los intereses de los del Luis Oliver, mientras el elegante Josín ofrecía algunos destellos de su impagable talento y el incansable Sergio se fajaba en solitario con toda la defensa local, pero no parecía ser suficiente para que los dos pequeños demonios del Guru, el genio de cabellos dorados y el determinante Ulises, desplegaran su magia. La lucidez de Berto y la tranquila plasticidad de Míkel trataban de ofrecer salidas limpias al ciclópeo Diego y al colosal Godo en el inicio de la jugada, pero algo no terminaba de carburar en las filas del Grujoan, y finalmente, cuando los visitantes parecían dar por bueno el marcador para corregir ideas en el intermedio, llegaría el tanto de los azulones en una acción a balón parado que sorprendería a los nuestros.
El descanso supuso un bálsamo para nuestro equipo, que saldría al segundo acto con energías renovadas y las ideas más claras, conscientes al fin de que absolutamente nada estaba perdido y de que se hacía imperativo picar piedra como titanes para reencontrarse con las sensaciones que les habían llevado adonde están. Sin embargo, la reacción de los visitantes se vería contrarrestada por el segundo tanto de los locales, que en una jugada aislada lograrían culminar una buena combinación que lograría sortear la agilidad de David. Un duro golpe que ponía las cosas muy negras a los verdiblancos, pero que como en otras ocasiones sacaría el indomable espíritu de este equipo cuando todo parecía más cuesta arriba que nunca.
El Grujoan, lejos de hundirse y lamerse las heridas, se sacudiría por fin la presión y comenzaría a mostrar las armas que le han llevado a ostentar su sólido liderato. El irreverente Ulises comenzaría a aparecer entre líneas y a sembrar la inquietud en la zaga local, flotando en el ambiente la sensación de que las tornas podían cambiar a poco que la fortuna sonriera a los del Luis Oliver. Entrarían en juego la frescura aportada por el clarividente Barra y el desequilibrante Christian, y el juego comenzaría a desarrollarse cada vez con mayor frecuencia en zonas en las que La Corredoria no se encontraba tan cómoda. El punto de inflexión decisivo llegaría minutos después, tras una acción brillante en la que la potencia y la calidad del vertical Christian por el costado derecho harían de las suyas para poner un peligroso centro al área pequeña donde el instinto y el corazón del indómito Sergio hallarían al fin su merecido premio, definiendo con clase y seguridad en un sutil toque cruzado que acortaría distancia en el electrónico. La fe y el espíritu de este equipo obtendrían una vez más su recompensa, y mientras los locales de repente se encontraban con un panorama mucho más oscuro los nuestros se verían espoleados por esa fuerza que les había llevado a protagonizar varias remontadas durante el curso actual, con aún muchos minutos por delante.
A partir de entonces el Grujoan se hizo dueño y señor de la situación, y parecía cuestión de tiempo que el empate imperase en el luminoso. Tendría una incidencia fundamental el concurso del dinámico Joaquim, que con su entrada revolvería de manera decisiva el entramado defensivo de los azulones. Tras varios acercamientos de los visitantes, acontecería una acción clave en el devenir del resultado, donde el mágico Ulises mostraría una vez más las razones que le han llevado a erigirse como el incontestable MVP de la competición, controlando con precisión un saque defectuoso del arquero local, tras lo cual encararía con insolencia al eje de la zaga de los del Díaz Vega, recordando por momentos a Moisés abriendo las aguas del Mar Rojo, aprovechando el carril libre que le dejaron sus compañeros, y definiendo finalmente con la parsimonia que le caracteriza con el interior de su diestra junto a la cepa del poste izquierdo de la meta rival, logrando un ansiado empate que desataría la euforia en las gradas.
No se conformaría el Grujoan con el empate, que no valía de nada a los locales en la consecución de sus objetivos y podría ser suficiente para los verdiblancos para afrontar la última jornada en el templo del fútbol ovetense dependiendo de sí mismos, pero una vez más harían gala de su valentía y se lanzarían a por los tres puntos. Un vaciado Sergio dejaba su sitio al infalible Fran, que dotaría de pausa al juego visitante y pondría un poco de cordura en la zona ancha para evitar un correcalles que no interesaba de ninguna manera al conjunto visitante, al tiempo que el también exhausto Berto, tras una segunda parte para enmarcar en la que sus providenciales cortes y arrancadas habían dado pie a gran parte de las ofensivas del Grujoan, dejaba su sitio al consistente Jáñez, que dotó a la banda derecha de los verdiblancos de esa necesaria solidez en los compases finales del choque.
Ya en las postrimerías del encuentro apareció una vez más el talento de la saeta rubia de Ventanielles, el que ve el mundo diáfano cuando a los demás se les hace de noche, y en una acción individual de gran calibre iniciaría una contra en la que dejó atrás a varios defensores con un autopase marca de la casa, mientras por el rabillo del ojo veía, siempre un paso por delante de los demás, a su cómplice habitual, el misterioso Ulises, que tras recibir libre de marca por el carril del 10 encararía la portería local, disparando finalmente por el palo corto tras buscar un pase de la muerte que no encontró, siendo su envío rechazado a saque de esquina en una acción que parecía firmar las definitivas tablas en el marcador.
No obstante, jamás se debe subestimar el corazón de un campeón, como se vería demostrado segundos después. Tras la ejecución del inmediato saque de esquina el rechace sería recogido en la frontal de nuevo por el inconformista Ulises, que pondría un envenenado balón al corazón del área pequeña, donde el iluminado Joaquim, en una indescriptible acción se sacaría de la chistera un poco ortodoxo taconazo que caería a los pies del imperturbable Godo, que tras el control recortaría con sangre fría y nervios de acero para finalizar con un ajustado e inapelable disparo que perforaría las mallas de la portería local tras estrellarse violentamente contra el poste derecho.
Llegaría así el definitivo tanto de la victoria para los del Luis Oliver, que festejarían el gol como la ocasión merecía en una encomiable piña que define a las claras las razones de la fuerza de este equipo, donde todos y cada uno de los componentes del mismo aportan cada día su trabajo y su sacrificio para la lograr la consecución de los logros comunes sin egoísmos individuales. No quedaría tiempo para más y conseguiría así el Grujoan tres épicos puntos que les hacen conservar el liderato, con ya tan sólo una jornada por disputar.
Esta atípica pero repleta de emociones temporada toca ya a su fin, y los nuestros se han ganado con pleno merecimiento el derecho a disputar una auténtica final que se celebrará el próximo domingo a las 12:00 en el Luis Oliver, con el plus de jugar en casa y depender de sí mismos, y donde nuestro campo será una auténtica caldera que esperemos lleve en volandas a nuestros chavales. Pase lo que pase, este equipo, con todos y cada uno de sus miembros, ha dado una lección absoluta de compañerismo, trabajo y sacrificio, y se ha ganado con creces el derecho a soñar. Se han levantado numerosas situaciones adversas, se han afrontado lesiones de baluartes de la plantilla, pero ya sólo queda un golpe para romper la pared, el más difícil, el más complicado, pero estos chicos tienen categoría para esto y para mucho más. La eternidad está a un solo paso, el respeto y el reconocimiento ya es vuestro para siempre.
¡Mucho Guru!